¿Qué sostiene la moral del paro?
La realización del Censo es un tema de todos, sí, porque de sus resultados no solamente depende la asignación de recursos de coparticipación y la distribución de escaños, sino la base sobre la cual se van a construir las políticas públicas del país por los próximos diez años. El no definir los resultados antes de las elecciones de 2025 llevaría a discutir estos temas y aplicarlos recién para las elecciones de 2030.
Pero el perjuicio y el beneficio no es para todos por igual, si hay departamentos que ganarían recursos y escaños por criterio de población, también habrá departamentos que los pierdan por la misma razón. Es parte del costo del movimiento migratorio interno.
Las protestas que tuvieron como centro Santa Cruz se enmarcaron en un discurso regional y creo que el éxito del paro radico en ello, en el discurso identitario y de defensa de esa cruceñidad que se vería afectada con el decreto supremo que fijaba la fecha para el 2024. Justo ahí donde radica su éxito, radica su límite discursivo y no se logra convertir en un proyecto nacional de lucha.
¿Por qué no se suman los otros departamentos?
Porque es un proyecto regional, porque en el discurso la afección directa es a Santa Cruz, porque genera una visión “cruceño-centrista” de la realidad nacional al momento que sus dirigentes insistieron con que el departamento mantiene al resto del país y que la migración interna debería agradecer el gesto de acogida, cual si de territorio ajeno se tratara. Una acentuación continua de la identidad cruceña basada en la identificación del del resto del país como “los otros”.
Esperar, y peor aún dar plazos, para que el resto de los departamentos se sumen a esa visión “cruceño-centrista” del país en 72 horas bajo amenaza de revisar la relación con el Estado boliviano, considero un error de las personas que guionizaron las preguntas del cabildo del 13 de noviembre.

¿Los resultados del censo elevados a rango de Ley asignan de manera inmediata escaños y recursos?
No, claramente no. Y creo que el gobierno ha pateado la batalla principal para más adelante.
Los recursos de coparticipación se asignan por criterio poblacional, sí, pero la metodología de distribución de recursos del país ha sido una de las banderas de lucha de Santa Cruz cuestionando que más del 80% se lo queda el Estado Central y que eso habría que cambiarlo. El aceptar el año 2024 la asignación de recursos bajo el esquema actual de distribución, llevaría a Santa Cruz resignarse a discutir el pacto fiscal en un escenario futuro que dilataría aún más sus reivindicaciones regionales.
La distribución de escaños no es exclusivamente poblacional. La Constitución establece 130 diputados que se distribuyen por cuatro criterios: territorio, población, criterios de compensación de desarrollo y escaños indígenas, la cantidad que se va a asignar en cada uno de estos criterios pasa por un acuerdo político que se pacta en una Ley, es decir que se requiere de alianzas y negociaciones, no es un tema mecánico.
Establecer en una Ley que se asignen los escaños en base a los resultados del censo 2024, no garantiza que las reglas de distribución de criterios para asignar diputados por departamento no cambien. Si bien es el Tribunal Supremo Electoral el encargado de establecer esta metodología de asignación, su aprobación pasa por una Ley, es decir por la Asamblea Legislativa Plurinacional.
¿El federalismo y la independencia son respuestas viables?
No, en mi criterio no es algo viable en el corto plazo. La propuesta de hacerlo por vía legal y constitucional, pasa por acuerdos políticos en la Asamblea Legislativa Plurinacional y escenarios que favorezcan la posición del federalismo o independencia, al hacerlo por otra vía estaríamos hablando de sedición. El reconocimiento de un Estado Federal o uno independiente pasa por el reconocimiento del ámbito internacional, el cual no sería viable si no se lo realiza en el marco del acuerdo entre partes y por vía legal.
Sin embargo, creo que Santa Cruz ha avanzado un paso más hacia ese anhelo autodeterminante que históricamente lo viene demandando incluso antes de la creación de la República boliviana en 1825 y que encuentra eco en una población responde al llamado cuando esa vena es tocada. El desafío para los siguientes años pasará por generar las mejores condiciones y los dirigentes hábiles para convertir esta demanda regional en un proyecto nacional.